Salida de campo #3: entrevista a un funcionario de la Secretaría de Salud

Se hizo una entrevista a un funcionario de la Secretaría de Salud, su nombre es Juan David Mejía y es también estudiante de Trabajo social de la Universidad Externado de Colombia. Como primer tema a tratar, le preguntamos la percepción que tenía acerca de la muerte de varias personas en las EPS, “¿considera que es negligencia del Gobierno o de las EPS?”, a lo que respondió: “Es totalmente negligencia de las EPS, porque principalmente las EPS son las empresas que manejan los fondos que el Estado invierte para cada uno de nosotros como población para hacer atendidos, entonces, ¿Qué pasa? Hay una intermediación en las EPS, entonces ellos están entre Estado e IPS. Las IPS son las instituciones que prestan ese servicio, entonces hay algo muy, digamos que ha pasado últimamente, es que las personas suelen culpar al Estado o suelen culpar a los hospitales, sin embargo los que dan esos fondos son las EPS porque es muy complicado decir, un hospital voy a atenderlo a usted, pero si la EPS no me ha dado la plata, entonces queda muy complicado decir venga lo atiendo. O también es muy complicado para el Estado, y decir yo y los fondos pero ponerse a supervisar que está haciendo la EPS, entonces principalmente como que los fondos que se están aportando desde el Estado se está perdiendo en las EPS porque muchas veces existe la corrupción”.

Como segundo tema y pregunta tratamos  “¿Que cree usted que puede hacer la Secretaría para evitar que se sigan presentando casos como estos?” A lo que él nos respondió: “Actualmente la Secretaría está implementando muchísimas estrategias que van desde el control, hasta pues la supervisión. Hay muchas EPS que han estado intervenidas desde el Ministerio de Salud” y vuelve a recalcar que el problema viene del manejo que se están dando en los fondos. Pero, dice que hay un programa que está desarrollando la Secretaria de Salud, se llama “Puntos por el derecho a la  salud”, se ocupa de ubicar a funcionarios en cada una de las localidades, ellos están encargados de promover la ciudadanía activa. En estos puntos, se atienden las quejas y reclamos o problemáticas que tenga el ciudadano y también se le da al ciudadano una información de cómo funciona el sistema de salud para que conozca sus derechos.
Para abordar el tercer tema, formulamos varias preguntas, estas fueron: “¿Que percepción tiene acerca de los contraste entre el régimen subsidiado y el régimen contributivo? ¿Cómo cree que se puede solucionar la mala situación del régimen subsidiado?” A lo que Juan David respondió: “Lo que pasa es que la salud está funcionando como un negocio, ustedes saben que desafortunamente se ha convertido en el mejor negocio, porque hoy en día... Ustedes pueden ver quien están manejando las EPS son economistas, administradores de empresas, personas que saben esa parte, saben cómo manejar los negocios […] ellos no se preocupan por la gente, entonces ¿Qué pasa? Está el régimen contributivo, que sin embargo sigue siendo, perdón por la palabra, una porquería total”, a lo que agregaba que, por pagar una copago -entre otras cosas más-  se atienden a algunos. Explicaba que aquellos que tienen la capacidad de pagar estas sumas de dinero, obtienen unos beneficios muy superiores a aquellos que pertenecen al régimen subsidiado. Viendo esto, el gobierno decidió unificar el POS, con el fin de que se atendiera de la misma forma a todos los ciudadanos, sin importar a que régimen pertenecieran. Aunque “se haya unificado el POS sigue habiendo mucho contraste”, pues las personas que tienen la posibilidad de pagar por un servicio –o unos medicamentos- más costosos, lo hacen por comodidad, por otro lado están las personas que no tienen los medios suficientes para costearse esto, ellos tienen que aguantarse largas filas, ellos tienen que actuar “como si se le estuviera haciendo un favor”. A esto, el funcionario agrega “que los medicamentos de POS están llegando hasta 3 veces más costosos de lo normal”, esto evidentemente afecta la consecución del derecho a la salud.
Como cuarta pregunta encontramos “¿Considera usted que el Estado  está siendo lo suficiente para asegurar el derecho de todos los ciudadanos?”, a esto nos contestó: “yo creo que el Estado hace lo suficiente en la medida de lo posible”.
La quinta pregunta fue “¿Qué posición tiene usted ante las diferencias de atención entre el régimen subsidiado y el contributivo?”, y respondió muy seguro que: “Yo creo que ni siquiera debía de existir esos regímenes”, ya que no debería comprometerse la salud de las personas por su posición socioeconómico, piensa que “la salud es para todos”.
Como sexto y último tema, indagamos acerca de ¿Qué se hace luego que se presenta una queja ante la Secretaria de Salud, y a quién debe informarle acerca de estas quejas? A lo que respondió: “Tenemos un sistema  SQS (Sistema de queja y soluciones), donde registramos la queja y los datos del ciudadano. Además de que exige como funcionario que los otros compañeros sean personas a las que traten bien a los ciudadanos en el momento en el que se está registrando la queja”. Además, dice que después de dejar registrada la queja la Secretaría era difícil contactar y mirar caso por caso, por lo tanto “solo se estaban quedan en la base de datos”. Este sitio es el Punto por el derecho a la salud.
Este funcionario afirma que las EPS están montando sus propias IPS, donde se queda el dinero en sus propias EPS. El funcionario aclara que las quejas no cambian inmediatamente el Sistema de Salud, pero si se ayuda en el Punto al menos a solucionar el problema por el que se pone la queja.
En conclusión, vemos como incluso los funcionarios contratados por el Estado para atender los Puntos de atención al Ciudadano, son conscientes de que su labor está incompleta. El subir una queja a un sistema que las acumula sólo sirve para hacer estadísticas. Habiendo conocido cómo funciona el programa de los Puntos por el derecho a la Salud, que está implementado en tres localidades del Distrito capital, sabemos que después de la recepción de las quejas, se hace una labor de gestión inmediata, que, sin embargo, puede ser confundida con una labor asistencialista. Por lo anterior, es importantísimo que en la mentalidad de aquellos que son funcionarios de cada Punto, un asunto clave sea el de recalcar que la ciudadanía tiene la Salud como un derecho y que si este es vulnerado, se afecta directamente el derecho fundamental a vivir. Lo más importante, entonces, es promover la ciudadanía activa, para que así el derecho a la Salud no sea afectado y los ciudadanos, conscientes de que el derecho les pertenece, puedan reclamarlo.

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