Conclusión del Blog


 Durante 10 semanas realizamos un seguimiento a las principales noticias con respecto a la movilidad en Bogotá, noticias que siempre ocupaban las primeras planas de periódicos, programas radiales o noticieros.
Logramos ser participes de una de las principales problemáticas de la ciudad y dar un punto de vista al respecto.

Se han planteado diferentes alternativas para solucionar los constantes problemas de movilidad pero estos parecen ser insuficientes y de corto plazo. Además el constante cierre de las vías para adecuación de calzadas o cambio de cableados de las empresas telefónicas hacen aún más complicado este tema.

Según las noticias que hemos visto durante estas semanas de seguimiento las quejas contra el servicio de Transmilenio sumadas a la inseguridad que se ha presentado dentro de las estaciones no han ayudado a mejorar la movilidad. El SITP parece una buena alternativa para mejorar la movilidad pero existen varias falencias en este sistema. Una es que las personas aún no saben cómo utilizar este servicio, parece que la falta de información de los usuarios afecta este servicio. A pesar de todo este parece ser una buena medida a mediano y largo plazo ya que según pudimos encontrar se plantea retirar más de diez mil buses de la ciudad y de esta forma descongestionar las vías, pero existe otro problema que también es el estado en el que están muchas vías de la ciudad, que no es el más óptimo para la cantidad de vehículos que se movilizan dentro de la misma, teniendo en cuenta también el peso que algunos manejan pues los vehículos de carga también necesitan circular para llegar a su destino.

Dentro del marco de sistema de transporte masivo está la solución del metro como el sistema alternativo que se cree que solucionaría gran parte de los problemas de congestión tanto en las calles como dentro de los sistemas masivos de transporte, sin embargo esta medida también desembocaría en otros problemas como el manejo de los recursos al momento de su construcción y mantenimiento, resaltando también el impacto que tendría dentro de la ciudad si va a ser subterráneo o suspendido, que en tal caso habría que reformar el uso del metro y la convivencia con el sistema Transmilenio para evitar accidentes.

La movilidad en Bogotá queda bajo las interrogantes del metro, la inversión en la malla vial, también con la expectativa de medios alternativos como lo son las bicicletas, aunque para esto se ha de reformar la construcción de la ciudad pues no todas las avenidas y calles están diseñadas para ello, por el contrario sostienen en mayor medida a vehículos motorizados y las señalizaciones están en función de los mismos, no de las bicicletas.

Concluyendo, el grupo considera que aunque la ciudad tenga aun mucho por desarrollar no solo a nivel de infraestructura sino de cultura ciudadana para evitar problemas de inseguridad y saturación, existen formas para alcanzar esa ciudad fluida que tantos usuarios deseamos, que más que sea una labor de sectores público y privado, es labor de los mismos usuarios.

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