Proyectos De Progreso y Protección Medioambiental y Urbanístico

Dentro del balance actual de esta coyuntura a modo general, la situación ambiental en Bogotá ha sido extrapolada por sobresalientes proyectos de progreso y protección medioambiental y urbanístico, que en conjunción se han perfilado hacia el uso del espacio, la población urbana y rural (tanto como sus las dinámicas sociales), los impactos ecológicos que genera el deficiente sistema de trasporte; y que todos yuxtapuestos vienen a ser causas del transito al deterioro de los humedales de la ciudad altiplanicie. De esta forma, dentro de la actual alcaldía de Gustavo Petro, en su marco de gobierno "Bogotá Humana", entre muchos aspectos distritales ha propuesto algunas iniciativas de conservaciones a humedales, parques y terrenos donde se proyecta una reordenación urbana. Proyectos que permiten la conexión de la ciudadanía de sus espacios públicos urbanos con los rurales, ubicados en la periferia rural de la ciudad; promoviendo el desarrollo turístico, deportivo, recreativo, educativo, en fin comunitario de los Bogotanos.


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A pesar de estas iniciativas y proyectos que en cierto grado han dado dirección a diversos casos ambientales, factores como la conciencia ciudadana de pertenencia y responsabilidad ética, ecológica y urbanística evidencian aún la carencia de políticas definidas y estables de desarrollo. Las cuales algunas han ido en retroceso, esto es gracias al poco apoyo financiero, la gran afluencia y poder de intereses privados en cuanto a la distribución de territorio urbano y rural de Bogotá, siendo estos tránsitos de progreso afectados por dinámicas yuxtapuestas de estado, sociedad civil y capital.



A este punto Bogota disfruta de índices a la baja en cuestión de vertimiento atmosférico de contaminación por el uso de vehículos propulsados por combustibles fósiles. Como resultado del día sin carro del día 6 de febrero del 2015, tanto los niveles de ruido en distintos puntos de la ciudad en hora pico y hora valle, como el impacto al aire de material particulado que afecta la salud pública; se han visto considerablemente reducidos. Dentro de la cantidad de cifras que dejó el día sin carro y la comparación de este con anteriores fechas, se dan a conocer la disminución de la polución en un 21%, por primera vez en los 15 años del día sin carro en Bogotá. El día sin carro en Bogotá también hizo que la población acudiera a vías de transporte alternas para su movilización incrementando así la tasa de pasajeros que habitualmente toman este servicio del Sistema Integrado de Transporte Público un 23%.


Han sido varios factores influyentes en la disminución de la contaminación del aire, uno de estos es la salida de la circulación de más de 400.000 motos, la disminución de tiempo de circulación de carros particulares y el uso de transportes ecológicos alternativos por parte de los ciudadanos capitalinos.


Es importante reconocer el plan maestro de cicloruta PMC ya que ha funcionado como alternativa de solución al tráfico y congestión del día a día de la ciudad. Esta estrategia cuya orientación está ligada a promover la movilización cotidiana en bicicleta ha tenido un balance positivo a nivel ambiental.
Así mismo, a  partir de los proyectos ambientales que la campaña Bogotá Humana adelanta en conjunto con la secretaria distrital de ambiente, se han dado a la recuperación de humedales, los cuales son de gran importancia e impacto medioambiental, y que por otro lado, han sido foco de contaminación con mayor intensidad durante los últimos diez años;  los humedales sufren actualmente de tensiones antrópicas, es decir, de la reducción o pérdida de cuerpos de agua, disposición inadecuada de escombros, etc. Además del desastre medioambiental del que han sido víctima los humedales en Bogotá, se presenta otro tipo de circunstancias sociales que afectan el desarrollo natural de estos; actividades como el expendio de drogas, el aumento de inseguridad y en general  la inmersión de todos aquellos actores responsables tanto ecológica como socialmente que influyen en el deterioro de estos humedales. 

En la recuperación de los 15 humedales con los que cuenta la ciudad de Bogotá, El Distrito Capital a través de varias entidades adelanta acciones en ellos mediante obras de adecuación hidrogeomorfológica, cerramientos, adquisición de predios, retiro de escombros y obras de restauración ecológica, conectividad y ampliación. Otra de las acciones de recuperación fue que se declaró alertas naranja y amarilla a los humedales que cuentan con una vigilancia especial por parte de la Autoridad Ambiental. El Distrito espera que al final del gobierno todos los planes de manejo ambiental de 13 humedales estén aprobados. Por Último, y sumado a lo anterior, mediante el esquema de conectividad ecológica entre quebradas y humedales, que busca garantizar la sostenibilidad hídrica de estos ecosistemas, este año se integrarán tres quebradas al Humedal de Torca y se asegurará el caudal del Tibanica. Como resultado de los planes para construir en las inmediaciones del Humedal La Conejera el distrito espera comprar los predios para extender la Zona de Manejo y Protección Ambiental, pues la polémica construcción que se proyecta no se localiza dentro de esta zona protegida.


La Secretaría de Ambiente espera acciones por parte del Ministerio de Ambiente para prohibir extracción minera en territorios rurales de Bogotá. Por otra parte desde el 2 de febrero se iniciaron medidas para recuperar más de 280 hectáreas de humedales mediante obras de restauración ecológica, de adecuación de los espacios hídricos, cerramientos, adquisición de predios, retiro de escombros, así como escenarios de interacción ciudadana y capacitación.

El 9 de febrero de 2015 en se firma un convenio entre la CAR, la EAAB y la Secretaría de Ambiente acordando la ampliación y remodelación de la planta de tratamiento de aguas residuales El Salitre, ubicada en Suba. La financiación del proyecto que se fundamenta en el respaldo crediticio del Banco Mundial por 250 millones de dólares, tiene como propósito incrementar la capacidad de tratamiento hasta secundario, aumentado su volumen a 8 metros cúbicos. Esfuerzo que resulta ser vital para la recuperación total del río Bogotá.

Por otro lado, en cuanto a la coyuntura de urbanización y vivienda, a partir de este año, en las localidades de Usme y Ciudad Bolívar, se han adelantado proyectos de reubicación y solución de habitad para más de 1300 personas que vivían en condiciones de alto riesgo no mitigables. Este tipo de proyectos, son llevados a cabo en conjunto entre la caja de vivienda popular y el programa de reasentamientos. Asimismo, se espera que a finales de marzo de este año, otro de los proyectos en progreso de vivienda comunitaria y reubicación plaza de la hoja, esté construido en su totalidad, en donde alrededor de 457 familias víctimas del conflicto armado, se verán beneficiadas durante al menos 10 años que deberán habitar, a partir de los sorteos que se harán para su entrega.


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