¿PENSANDO EN ECOBARRIOS? 2° SALIDA DE CAMPO

El día miércoles 25 de octubre, como línea de Medio Ambiente y Ecología nos dirigimos al barrio El Triángulo de Bogotá, para emplear la técnica de encuestas programada en la materia de Contextos, y que diseñamos en función del proyecto de ecobarrios, que, según la literatura, se da en los barrios El Triángulo, El Manantial y Corinto.  

Al llegar allí, nos encontramos con una situación, un mural hecho en 2009 que dice "Bienvenido a los ecobarrios", y al subir un poco más hacia los cerros orientales, nos damos cuenta que no es el modelo de ecobarrio que teníamos en mente. Afortunadamente nos encontramos con un líder social que una de las integrantes conoce, Haiden Caminante, quien nos explica la situación:  Alrededor del 2009, un investigador, llamado Héctor Álvarez, diseña un proyecto para implementar la estrategia de ecobarrios en la zona, como alternativa y respuesta al ordenamiento territorial en la franja de adecuación de los cerros, buscando una armonía entre el territorio, la población y el medio ambiente. Héctor escribe el libro "Pensando en ecobarrios" y consigue financiación por parte de una ONG para llevar a cabo el proyecto en El Triángulo y El Manantial; dicha ONG le daría el presupuesto de los materiales, y la población se encargaría de construir sus casas. Toda la comunidad se entusiasmó con el proyecto, pero llegó un punto en el que, como lo dice Haiden "el teléfono se rompió" y se empezó a creer que la financiación sólo sería para un barrio, así que se emprendió una lucha territorial entre El Triángulo y El Manantial, y cada que iba una visita de la ONG se le llevaba a un barrio distinto. En un momento, Héctor propuso que su casa fuera la casa modelo, así fue, comenzó la construcción y la comunidad empezó a tachar de corrupción la situación, y con rencor, decidieron no hacer parte del proyecto. 

Un día, Héctor Álvarez iba en un vehículo con representantes de la ONG, para mostrar parte del proyecto y su casa modelo, y fueron abordados por vecinos del barrio encapuchados, a Héctor, le dieron una golpiza y le causaron heridas con un arma cortopunzante, que lo llevó inmediatamente al hospital. La casa quedó prácticamente abandonada durante la recuperación de Héctor, y él no podía acercarse al barrio sin correr riesgo.  

Así fue, como se anunció el proyecto, se escribió un libro, se publicaron artículos, pero, finalmente, no se construyeron los ecobarrios. Actualmente, siguen registrándose como ecobarrios El Triángulo, Corinto y El Manantial, pero, de hecho, el barrio Corinto fue reubicado, Y El Manantial prácticamente no existe, pues el estado ha ofrecido dinero para comprar predios de las familias y garantizar su reubicación. El Triángulo se mantiene, pero, aun así, no está constituido como un ecobarrio, los problemas y la desigualdad social es evidente por donde quiera que se le observe. Es un barrio que persiste, el cual, no pudimos recorrer en la primera ocasión, pues el ambiente era muy pesado.  

Una de las integrantes logró conseguir un contacto de una familia que vive allí, quien la acompañó y le dio un recorrido, en el cual tomó algunos registros, que se pueden observar en el video que se encuentra al final de este escrito. La mayoría de casas son prefabricadas, más comúnmente en madera, y donde quedaba Corinto y algunas casas del Manantial que fueron demolidas, se ubican huertas para producir semilla, no para cosechar. 

Aún se conservan algunas escaleras y pasillos en guadua, pero, contaba la familia que acompañó la segunda visita, que nadie se reconoce como parte de un ecobarrio, pues las desigualdades son muchas, y no todas las familias se encuentran en armonía con el medio ambiente. A pesar de todo, sigue en pie la casa de Héctor Álvarez, quien permitió seguir y hablar un poco en las escaleras de guadua de la entrada, y él afirma que sí está el ecobarrio, que se encuentra en el ADN de la gente que allí vive, no como se espera ver, pero se encuentra, y aclara, que seguirá luchando por llevar a cabo el proyecto con el distrito, de adecuación de vías y de hogares, para que no sean prácticamente expulsados del lugar bajo el nombre de riesgo no mitigable. 
A pesar de todo, se sigue "pensando en los ecobarrios" 


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